El Pectus Excavatum es una malformación congénita que afecta la pared anterior del tórax, en la cual el esternón se encuentra hundido, dando lugar a una deformidad en forma de "embudo" o "pecho hundido". Esta condición es también conocida por otros nombres como pectus en embudo o simplemente pecho hundido debido a la prominencia de la deformación. Aunque suele ser un hallazgo aislado, en algunos casos se asocia con otros trastornos musculoesqueléticos, como el síndrome de Poland, el síndrome de Marfan, el síndrome de Ehlers-Danlos, o la escoliosis dorsolumbar, entre otros.
Pectus Excavatum
Pectus Excavatum: Deformidad Torácica Común y su Tratamiento
Sección
Resumen
¿Qué es?
Malformación congénita del tórax con esternón hundido, formando un "pecho en embudo".
Frecuencia
1 de cada 1,000 nacidos vivos, más común en niños.
Tratamiento
Técnica de Nuss (mínimamente invasiva) o Ravitch (para casos complejos).
Síntomas
Pueden incluir dificultad para respirar y problemas psicosociales.
Recuperación
Recuperación rápida para Nuss, más lenta para Ravitch.
Frecuencia y Prevalencia del Pectus Excavatum
El Pectus Excavatum es la deformidad más común de la pared torácica y se presenta en aproximadamente 1 de cada 1000 nacidos vivos. Su gravedad varía de un caso a otro, lo que hace que cada paciente tenga una manifestación única. Es una condición más frecuente en niños, aunque también puede diagnosticarse en adultos. Si bien es común, no todos los pacientes requieren intervención quirúrgica, ya que algunos solo presentan una alteración estética sin consecuencias funcionales importantes.
Causas y Factores Asociados
En la mayoría de los casos, el Pectus Excavatum se presenta de manera aislada, sin otras condiciones asociadas. Sin embargo, en algunos casos raros, puede encontrarse en combinación con otros trastornos hereditarios, como los mencionados anteriormente. En casos más graves, la deformidad puede afectar la capacidad pulmonar y la función cardiaca, aunque esto no siempre ocurre. Se han identificado factores genéticos que podrían influir en el desarrollo de esta condición, aunque aún no se entienden completamente sus mecanismos.
Síntomas del Pectus Excavatum
En muchos casos, los pacientes con Pectus Excavatum no presentan síntomas físicos graves. Sin embargo, algunos pueden experimentar problemas en el desarrollo psicosocial debido a la apariencia estética del tórax hundido. Esto puede generar inseguridad, baja autoestima y, en algunos casos, incluso trastornos depresivos. Los problemas respiratorios o cardiacos son relativamente raros, pero pueden ocurrir en casos más graves. Los síntomas respiratorios pueden incluir:
- Bronquitis recurrente
- Disnea (dificultad para respirar) al esfuerzo
- Mala tolerancia al ejercicio
- Patrón restrictivo detectado en las pruebas de función pulmonar.
Tratamiento del Pectus Excavatum: Opciones Quirúrgicas
El tratamiento del Pectus Excavatum depende de la gravedad de la deformidad y los síntomas presentados por el paciente. En la mayoría de los casos, se opta por una intervención quirúrgica para corregir la malformación, especialmente si existe una preocupación funcional o estética.
Técnicas Quirúrgicas de Corrección
Método de Nuss (Técnica Mínimamente Invasiva)
En 1997, el cirujano estadounidense Donald Nuss revolucionó el tratamiento del Pectus Excavatum con una técnica mínimamente invasiva que se realiza mediante dos pequeñas incisiones en cada lado de la pared torácica. A través de estas incisiones, se inserta una barra metálica que se coloca detrás del esternón para corregir la deformidad. Esta técnica no requiere cortes adicionales ni resección de costillas, y la recuperación postoperatoria es relativamente rápida, con una estancia hospitalaria de solo unos pocos días.
La edad ideal para realizar este procedimiento es entre los 6 y 16 años, ya que los resultados son más efectivos cuando los huesos aún están en desarrollo. Esta técnica ha sido ampliamente aceptada a nivel mundial por su efectividad y bajo riesgo de complicaciones.
Técnica de Ravitch (Para Casos Más Complejos)
En algunos casos más complejos o cuando el paciente es mayor, se puede optar por la técnica de Ravitch, una cirugía abierta en la que se realizan incisiones más grandes en el tórax para corregir la deformidad. Esta técnica puede implicar la resección de cartílago costal, pero es igualmente efectiva y se utiliza cuando otras opciones no son viables. Los pacientes pueden optar por este procedimiento si tienen Pectus Excavatum grave y no responden bien a técnicas mínimamente invasivas.
Sistemas de Corrección Avanzados: P.E.S. y StraTos™
Sistema P.E.S.: Esta técnica consiste en la inserción de una barra Pectus (P.E.S.) de acero inoxidable invertida a través de toracoscopia. Una vez colocada, la barra se gira 180 grados para corregir el hundimiento del esternón. Este método es menos invasivo que la técnica de Ravitch y es eficaz para la mayoría de los pacientes jóvenes con Pectus Excavatum.
Sistema StraTos™: Este sistema utiliza clips costales de titanio y barras conectores para corregir la deformidad de la pared torácica. El titanio es ideal para implantes a largo plazo, ya que permite que los implantes permanezcan de forma indefinida. El sistema StraTos™ es muy versátil y es utilizado para corregir diversas deformidades torácicas, como el Pectus Excavatum, Pectus Carinatum y Pectus Arcatum. La cirugía para la colocación de estos implantes se realiza mediante una cirugía abierta utilizando la técnica de Ravitch.
Ventajas del Titanio y el Sistema StraTos™
El titanio es un material biocompatible, lo que lo convierte en una excelente opción para los implantes permanentes. El sistema StraTos™ se caracteriza por su alta calidad y fiabilidad. Además, es un tratamiento adecuado para pacientes que ya no son aptos para las técnicas mínimamente invasivas o para aquellos con deformidades más complejas.
Recuperación y Seguimiento Postoperatorio
Después de la cirugía, los pacientes requieren un período de recuperación que varía según la técnica utilizada y la gravedad de la deformidad. En general, los pacientes que se someten a la técnica de Nuss experimentan una recuperación rápida, mientras que los que se someten a una cirugía abierta pueden requerir más tiempo para sanar. En ambos casos, se recomienda un seguimiento regular para monitorear el progreso de la corrección y asegurarse de que no surjan complicaciones.